Se acerca el verano y con éste, se acerca el tiempo del año en que solemos tener más tiempo libre. Para mi argumentación, identificaré verano con vacaciones y en los casos en que esto no sea así, trasládese el tiempo al de las merecidas vacaciones.
La relación ocio/negocio es una ratio de márgenes difusos. Para tener éxito en nuestro trabajo es necesario disfrutar haciéndolo pues sólo así tendremos la disposición suficiente para que el tiempo dedicado al mismo no nos suponga un suplicio y nos permita ser creativos.
Por otra parte, el ocio debe servirnos para descargarnos la mente del día a día y para ello debe requerir de toda nuestra atención, sin ningún resquicio que haga que la mente vuelva a la preocupación diaria.
Como siempre expongo, es necesario sacar tiempo para planificar y ese tiempo debe ser también planificado. Reflexionar con éxito requiere de creatividad y esta a su vez requiere de una mente limpia y despejada. Despejar la mente, “resetearla”, es un ejercicio interesante y para el que es necesario tener alternativas de ocio al trabajo que nos permitan evadirnos totalmente del mismo.
Y de ahí, la pregunta del encabezado. A veces nos vemos envueltos en rutinas que resolvemos de forma automática. De casa al trabajo y del trabajo a casa. Y si además en casa tampoco disfrutamos de un tiempo de ocio, esa rutina se convierte en una prolongación del trabajo, en un vacío existencial y en una falta de creatividad.
¿Cuál es nuestra propuesta de valor para los clientes?
¿Cómo me veo dentro de 10 años, personal y profesionalmente?
Y de ello,
- ¿Qué voy a hacer yo, personal y profesionalmente?
- ¿Con quienes necesito contar?
- ¿Qué recursos necesito para ello?
Todo esto ha de poder concretarse en una cara de folio y ha de hacerse ya.
Si analizáramos en qué empleamos el tiempo cada día, comprobaríamos que hacemos cosas que no deberíamos hacer y lo que es peor que no nos gusta hacer.
¿Cuánto vale lo que hacemos y cuánto vale lo que podríamos hacer? Si suplimos auxiliares nuestro tiempo vale como el de los auxiliares, si actuamos como gerentes nuestro tiempo cobra y vale mucho mas. Planificar y dirigir son las tareas del gerente. EL hacer las cosas día a día no.
No sirve de nada pensar las cosas una y otra vez si no actuamos en consecuencia.
Un consejo: Pon tus metas fijándote en personas a las que admires y prepárate a cambiar en función de las circunstancias. No seas muy conservador, sé valiente, se ambicioso, se realista y hazlo.