Ganar en productividad es tan importante que he decidido hacer un segundo artículo que va a ser redundante con el anterior en muchos aspectos pero que espero también que aporte matices.
Cuando la crisis aprieta es normal replantearse la manera de asegurar un mayor nivel de productividad, la propia y la de la gente que depende de uno. Hay una serie de actitudes que nos van a ser útiles para este y para muchos otros objetivos:
- Poner ganas en todo lo que se haga. Para poder entusiasmar a los demás lo primer es entusiasmarse uno mismo. No siempre es prioritario darle prioridad a los aspectos racionales, (conocimientos, experiencia, realización medida, etc.) como determinantes de la intensidad y calidad de la tarea que se realiza. La actitud positiva, la pasión por el trabajo, son grandes sino los mayores motivadores para trabajar más y ser más eficaces, eficiente y consecuentemente productivos.
- Dejar hacer. Tratar a los demás como adultos que son hace que lo sean (recomiendo ver la película My Fair lady, o Pigmalión que es como se llamó en España). Tus empleados han sido contratadas por saber cómo resolver sus propios problemas y tomar decisiones en beneficio de la empresa, pero para ello hay que dejar que lo hagan. Todo lo que hagan y aprendan a hacer vas a dejar de hacerlo tú y podrás dedicar ese tiempo a tareas más productivas y aparte los motivará.
- Decide con rapidez. Cuenta con las personas estrictamente necesarias para la decisión que se tome y si no es necesario nadie más que tu pues actúa rápido. Es más fácil acordar con dos que con tres y así sucesivamente, no crees decisiones o modelos de decisión asamblearios. Coordina rápido y decide. El tiempo es oro y la parálisis es una lacra de las organizaciones.
- Escucha, pero sobre todo haz. Las personas que realizan el trabajo suelen ser reactivas a los cambios pero también suelen tener puntos de vista muy fundamentados. Escucha, analiza y decide. Ese es el proceso. Y cuidado con escuchar demasiado porque las opiniones son muchas y variadas y te pueden provocar la parálisis. Actuar también provoca desafecciones pero no actuar en un mundo cambiante es un suicidio. La farmacia de 2014 no se parece en nada a la farmacia del año 2000. Hacer las cosas como antaño no funciona y ponerse a esperar a que las cosas vuelvan a ser como eran es una ilusión. Los Reyes Magos son los padres. Lo siento.
- Redefine los papeles. Hay que adaptarse a las exigencias de los clientes de hoy y para ello la formación es imprescindible. Formarse en actualización terapéutica y en técnicas de gestión y venta. Observa y desarrolla. Hay otros mundos y otras realidades campando a nuestro alrededor y pretender que la realidad se adapte a nosotros es infantil.
- Actualiza las herramientas tecnológicas. La tecnología es la clave para la mejora en productividad. Hay que facilitar a los clientes y a nuestros propios colaboradores las herramientas para poder interactuar a distancia y de manera efectiva. No te dejes intimidar por la velocidad del cambio tecnológico y súbete al carro. Al menos aprenderás el modo en que ellos mismos se relacionan en su vida corriente.
- Elimina reuniones. Además de caras, habitualmente matan la productividad. Mira de reducirlas al menor número posible y gestiónalas de manera adecuada, con estricto control de los temas y los tiempos. Imprescindible concretar quienes es necesario que estén y la duración de las mismas. Disciplina de reunión y menor número de ellas permiten ganar en productividad inmediatamente. Y por cierto, las nuevas tecnologías las facilitan mucho. La presencia física ya no es siempre necesaria.
- Suprime normas y controles innecesarios. Las normas y los controles se implementan con gran esfuerzo y por ello es difícil su eliminación. Recuestionar todas las tareas es una tarea en sí misma. Si tienes tiempo intenta modelizar sobre un papel los circuitos de trabajo y decisión que se producen en tu farmacia. Verás que hay muchas cosas que se improvisan y que no deberían. Verás cómo se hacen cosas que no sospechas y veras otras necesarias que aflorarán. Describir los procesos y por tanto concretarlos y escribirlos, nos permitirán reflexionar sobre los mismos y eso si que es trabajo de gerencia.
Nadie te dijo que mejorar la productividad iba a ser fácil.
Para resumir y concluir voy a tratar de proponerte una serie de preguntas muy genéricas pero clave para hacerte pensar tu negocio y tu día a día, son las grandes cuestiones de la economía que proponía Samuelson (premio nobel de economía) en su libro base para todos los estudiantes de economía (el libro se llama así, Economía):
- ¿Porqué?
- ¿Para quién?
- ¿Qué?: ¿Qué es lo que le atrae de mi farmacia? ¿Por qué me compra? ¿Qué necesita de mi? ¿Qué necesitará en un futuro?
- ¿Cómo?: concretas qué habrás de llevar a cabo para poder realizar lo que te propones?.
- ¿Con quiénes?
Y más...
- ¿Contra quienes compito?
- ¿Cuento con los mejores aliados?. Aliados a las duras porque a las maduras tendré de sobra. ¿Realmente me ayudan a superarme y a superar a los demás?.
Preguntar es sencillo, lo difícil es responder y hacerlo con honestidad. Como siempre, la fórmula es trabajo y planificación, concreción y puesta en marcha de iniciativas. Como decía el cuento de la sabana, “ No se si soy león o gacela, pero espero que cuando salga el sol me pille corriendo”