Para conseguir generar empleo y cambiar el panorama económico la única solución válida de entre las conocidas y experimentadas pasa por generar empresas y consecuentemente por la necesidad de generar empresarios.
El mundo de la farmacia no es un mundo aparte y las necesidades del sector son las mismas.
Ideas nuevas, caminos inexplorados, generar novedades para avanzar y recuperar mercados antaño farmacéuticos y hoy totalmente liberalizados y perdidos para las farmacias.
Confiar en que la Administración púbica, motu proprio, nos ayude o genere empresarios es una ilusión y como tal poco realista.
Sin embargo el empresario es una figura difícil de crear porque en gran parte es una actitud más que una aptitud y se nace con ella antes que hacerse.
Además venimos de un periodo, conocido como crisis, que ha supuesto una dificultad máxima no ya para crear sino que incluso para mantener las empresas. Y reitero, el mundo de la farmacia no es una excepción.
La presión ha de soportarse y el estrés que genera no es fácil de llevar. Y más en un país como este en el que triunfa no despierta simpatías y al que fracasa se le estigmatiza.
Aquellos farmacéuticos que hacen cosas diferentes no son bien vistos por sus compañeros y es verdad que algunos con sus acciones aportan velocidad a los cambios necesarios, mientras que otros en cambio, aportan argumentos a los que quieren cambiar el modelo de farmacia.
Los cambios generan inseguridad y esta, estrés y ansiedad. Si no sabemos convivir con ello, habrá que pensar en otra cosa porque la ansiedad o el estrés en su medida son necesarios incluso para la vida y sobre todo para motivarnos al cambio, pero de modo sostenido matan. En otros artículos de este blog ya he tratado el tema de la necesidad de tranquilidad para la creatividad y esto se consigue desconectando y delegando aunque que sea temporalmente.
El empresario creativo, no tiene tiempo para la timidez, la pereza y las excusas. Hay que estar preparado cuando se emprende o innova para los momentos difíciles que llegarán. Las previsiones de ingresos se retrasarán y las de gastos crecerán. Los clientes se volverán exigentes y nos sorprenderán. Necesitaremos una fortaleza en la visión de nuestro negocio que nos dé el aguante para dar tiempo a que el mercado acepte nuestra propuesta. Y tendremos que adaptarnos y a gran velocidad.
Tener nuevas ideas en el mundo de la farmacia, ya sea desde dentro de una oficina de farmacia o como negocio en paralelo, requiere de imaginación y de preparación. Hay que constar con esa diferencia competitiva que se nos habrá ocurrido y prepararnos para competir y para que esa diferencia sea sostenible incluso cuando nos la copien.
Las personas en los servicios son lo más importante y lo primero que necesitamos es de unos colaboradores que compartan nuestros objetivos.
Resumiendo:
- Centrarse en conocer la demanda real de nuestros clientes y esto pasa por conocerlos muy bien. Mejor que ningún competidor. En una farmacia esto es fácil pero hay que hacerlo bien y sistematizarlo. No todo el que pasa por la farmacia es cliente y hay que centrarse en los clientes verdaderos.
- No podemos centrarnos en determinado producto o categoría de productos porque eso es demasiado fácil de copiar y mejorar. Buscar nuevas formas de vender nuestros servicios y consecuentemente nuestros productos.
- Abandonar proyectos basados en la autocomplacencia. Hacer por hacer, hacer lo que hacen otros porque esos otros sabrán, etc. no es razón para empezar ninguna aventura empresarial. No es lo mismo hacer que avanzar. Los pollos sin cabeza corren pero acaban muriendo.
- Empezar a analizar racionalmente los procesos y no dejarse llevar por la intuición. Estudiar estrategia para poder prever lo que se pueda. No ponerse a experimentar con la expectativa puesta en el azar. Algo saldrá bien es una razón poco convincente. Algo saldrá mal es más fácil. Lo importante es que nada salga o deje de salir salvo lo que se previó, midió, preparó y esperó un resultado.
- Lo que no se sabe, se aprende o se contrata pero no se obvia. Los cuñados o los amigos no son expertos en todo aunque a veces lo parezcan. Si hay expertos hay que buscarlos y si nos hacen falta sus honorarios serán muy baratos frente a no consultarlos.
Necesitamos objetivos claros y personas alineadas. Y prepararse para sufrir.
¿Alguien dijo que sería fácil? Si lo fuera todos serían empresarios.