La mejora que proponemos, ha de contemplar tus habilidades como directivo/propietario de una empresa y a la vez, la mejora de tu equipo.
- Lo primero es conocer nuestras carencias en ambos sentidos. Para ello, habría que definir los objetivos del año y las necesidades para lograrlos. Entre ellas, las personas que tendrán que participar y su perfil. Definir habilidades necesarias y habilidades que se poseen y para la diferencia, establecer la manera de solventarla (formación complementaria). Insisto, tanto para nosotros como para nuestros colaboradores actuales y futuros en su caso. La motivación ha de descansar en el logro de las habilidades y quien no esté interesado en las mismas es porque no está por el proyecto.
- Lo segundo será centrarnos en comunicar todo lo que vayamos a hacer a colaboradores, clientes y proveedores. Todos son importantes y con todos hay que contar. Colaboradores para su alineación con el objetivo, proveedores para que sepan lo que esperamos de ellos y clientes para que se ilusionen con nuestro proyecto de mejora y a su vez para que evalúen los nuevos servicios o las mejoras de los mismos que vamos a poner en práctica durante el ejercicio. Este compromiso será el más fuerte, pues una vez comunicado no hay vuelta atrás.
- Apóyate en expertos y lee. Los expertos están más al alcance de lo que pensamos y los libros son la base del conocimiento en nuestra cultura. No pierdas el tiempo con falsos expertos, con libros aburridos ni con profetas del apocalipsis, esos que siempre se muestran agoreros y que nada positivo aportan a tu futuro.
- Observa el comportamiento de tus clientes y el de tus competidores. El éxito no se puede esconder y de lo que se trata es de detectarlo en sus primeros instantes. El tiempo para desarrollar nuevos servicios es crucial. La toma ágil de decisiones es importante y además una de las mayores ventajas de ser un pequeño empresario. Habla con tus colaboradores que tratan con clientes, habla también con tus proveedores al respecto, (ellos conocen a tus competidores tanto como tu porque en general, serán clientes suyos). Y además de hablar, aprende a escuchar.
- Cuando tengas que corregir alguna conducta, no te olvides de aportar al juicio de valor, argumentos, datos, de modo que sea más fácil que la persona afectada pueda por si misma, ser consciente del error cometido. Y haz lo mismo con los aciertos. Cualquier momento es bueno para estimular las conductas que hayan sido positivas en nuestros colaboradores y en los proveedores. Genera relaciones informales y canales de comunicación. Desarrolla el trabajo en equipo y para ello, una vez más, aprende a escuchar, a confiar y en definitiva a delegar. Ten en cuenta que no estamos habituados a escuchar, al menos no a nuestros colaboradores, a nuestros proveedores (de estos temas) y muy poco a nuestros clientes. Y los hábitos, son muy difíciles de cambiar. Difíciles para nosotros y mucho más para nuestros colaboradores, sobre todo si durante muchos años no lo hemos hecho.
El futuro nos lo labramos nosotros cada día y será lo que nosotros hagamos que sea. Se positivo y actúa en consecuencia.
MARIA MAGDALENA NAVARRO PEREZ