A veces vamos por una calle en obras y nos encontramos con un cartel que avisa de las mismas y pide disculpas indicando que “trabajamos para mejorar” o algo similar.
Llevamos desde esta ventana que supone el Blog de Centro, años dando consejos sobre cómo mejorar las diferentes áreas de la gestión de una farmacia.
Es pues, una ventana desde la que poder pedir perdón a todos los clientes de Centro por el trastorno al que los estamos sometiendo desde hace unas dos semanas (tres/cuatro para de Valencia) por las obras de mejora en las instalaciones y por el cambio del sistema informático de la empresa.
Llevamos ya muchos años en que hemos pasado una crisis en el sector más profunda que la crisis general del país, y que pese a todo, y codo con codo con los farmacéuticos hemos logrado salir adelante pero en los que no hemos sabido o podido acometer las reformas necesarias para adecuarnos a la demanda de un servicio de calidad que todos quisiéramos dar.
Las ventas han crecido, el número de clientes también y era necesario acometer una reforma integral tanto del almacén físico y de su dinámica logística como del sistema informático y eso hemos hecho.
Las obras, realizadas sin parar el servicio, nos han ocasionado retrasos, errores y otras muchas molestias para los clientes cuya paciencia tenemos la obligación de agradecer públicamente.
Los cambios en el sistema de gestión que nos llevarán a unas posibilidades ahora imposibles de imaginar, nos han provocado en los primeros días en los que la gente no tiene la experiencia con el mismo, a cometer errores en la previsión de la demanda que nos han hecho fallar en el suministro hasta niveles impensables.
Ya hemos pasado lo peor y a partir de ahora solo podemos mejorar. Trataremos de hacer que se note en el servicio y en los servicios que se darán. Y reitero en nombre de la dirección de la empresa y de su consejo rector conformado por farmacéuticos que han sufrido como todos esta ineficiencia que hemos ocasionado, pedimos a todos los farmacéuticos que la han sufrido disculpas sinceras por unos errores que no hemos sabido evitar.